De “cacahuete de embalaje” a electrodos para las baterías de los coches eléctricos

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¿Os imagináis reciclar el cacahuete de embalaje y poder convertirlo en electrodos para las baterías de coches eléctricos? Las investigaciones en materia de baterías para los coches eléctricos son tan numerosas como llamativas. Hoy te hablo del cacahuete de embalaje de poliestireno expandido que suele usarse para rellenar las cajas de los envíos y evitar que así el producto se mueva y pueda golpearse. Investigadores de la Universidad de Purdue, Estados Unidos, afirman que pueden darle un nuevo uso al poliestireno. La idea es hacer del cacahuete de embalaje, ánodos de carbono de alto rendimiento para las baterías de iones de litio, y posiblemente también para las de iones de sodio, con unas propiedades que superarían a las del grafito. El proceso comenzaría calentándolos entre 500 y 900 grados en un horno bajo una atmósfera inerte. La capacidad máxima del material resultante es de 420 mAh/g, ligeramente superior al del grafito, que cuenta con 372 mAh/g. Solo el 10% del poliestireno usado en envíos es reciclado. Pero no solo la capacidad es una ventaja sino que en las primeras pruebas, tras 300 ciclos de carga no se detectó una pérdida significativa de la capacidad, el dato de la intensidad lo desconocemos. También es importante que estos electrodos pueden resistir cargas rápidas y lentas aunque aún hay mucho margen de mejora porque la investigación se encuentra en una fase temprana. El proceso es barato, según los investigadores, en comparación con otros métodos, pero el problema es la obtención del material. Debido a su baja densidad, se necesitan contenedores enormes para el transporte y envío a una planta de reciclaje, algo que no suele suceder y acaban en vertederos hasta que se descomponen, un proceso para el que se necesitan décadas. Todavía faltan algunos datos, que no están publicados, como el posible coste de estas baterías, el dato más importante junto al tiempo estimado para producir baterías reales. Recordemos que hasta 2020 no veremos coches eléctricos compactos cuyas autonomías sean superiores a 400 kilómetros.