Los economistas debemos alejarnos un poco de las macromagnitudes y centrarnos más en las microeconomías que encontramos en nuestro día a día, a poco que pisemos acera. Es un hecho que los precios están subiendo a lo grande. Sólo tienes que pasar por los supermercados para ver los precios de los alimentos perecederos y menos perecederos aumentar como la espuma.