En un estudio realizado por las universidades de Exeter y Lincoln y publicado en la revista Perception queda patente que usar señales como dedos y ojos es mucho más efectivo que flechas o palabras. El exitoso broker de bolsa, Sherman McCoy, arruina su vida en La hoguera de las vanidades, excelente novela de Tom Wolfe, cuando toma una desviación equivocada y en lugar de llegar a su lujoso apartamento neoyorquino aparece con su flamante coche en un peligroso barrio del sur del Bronx. Las señales de tráfico son muy importantes...
Una trama de película. El historiador Francisco Prado-Vilar ha descubierto en Harvard fotos y cartas inéditas que desenmascaran una red de marchantes...