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Hay algo que ocurre sólo con una clase de cine: el impulso de buscar información e imágenes de sus protagonistas verdaderos cuando un filme o una serie de televisión relatan circunstancias que sucedieron en la vida real, sobre todo si forman parte de la historia contemporánea. Para despertar ese impulso de buena manera, naturalmente, los cineastas que los han llevado a cabo deben contar con la pericia suficiente para que uno abandone de la sala de proyección durante los créditos, o se levante del sofá de su casa, y busque en internet sobre los personajes de lo que acaba de ver en la pantalla grande o chica.
James B. Donovan quería ser periodista, pero su padre le persuadió para que acabara ejerciendo de abogado

A estas alturas de su ya dilatada carrera, sería un auténtico desbarro poner en duda la pericia de alguien como el estadounidense Steven Spielberg, que tiene reservado un lugar especial en el corazón de no pocos cinéfilos y que, en 2015, adaptó al cine una anécdota de la Guerra Fría en El puente de los espías, la cual fue guionizada por Matt Charman y los célebres hermanos Ethan y Joel Coen y se emite desde el pasado día 14 de octubre en Movistar+. Siendo así, la curiosidad acerca de sus protagonistas reales resulta forzosa para cualquier espectador con un mínimo de inquietudes cinematográficas o históricas, fáciles de satisfacer en este caso.
El puente de los espías nos presenta a James Britt Donovan (Tom Hanks), un abogado del distrito neoyorkino de Brooklyn a quien le proponen la defensa jurídica de Rudolf Abel (Mark Rylance), un espía ruso detenido en Estados Unidos. Tras esto, la CIA le encomienda la negociación de un intercambio de prisioneros en Berlín Oriental, es decir, al otro lado del Telón de Acero: el bueno de Abel por el piloto yanqui Francis Gary Powers (Austin Stowell), que ha sido capturado por los soviéticos después de derribar su avión de espionaje.
'El puente de los espías' - DreamWorks SKG, Fox 2000 Pictures
Donovan había nacido en febrero de 1916 en el Bronx y era hijo de una profesora de piano y de un cirujano, los dos de ascendencia irlandesa, y había estudiado el Bachillerato de Artes en la neoyorkina Universidad de Fordham y, más tarde, se había licenciado en la Escuela de Leyes de Harvard en 1940. Él, en realidad, quería convertirse en periodista, pero su padre le reconvino para que acabara ejerciendo de abogado. Fue comandante en la Segunda Guerra Mundial y trabajó para la Oficina de Investigación y Desarrollo Científico, destinada a propósitos militares, y luego, seguidamente, para la de Servicios Estratégicos, predecesora de la CIA.
Donovan trabajó para la predecesora de la CIA y fue asistente en los Juicios de Nuremberg contra los criminales nazis

Actuó de asistente de Robert H. Jackson, miembro del Tribunal Supremo de Estados Unidos, en los Juicios de Nuremberg, presentando las evidencias visuales contra los criminales de guerra nazis entre octubre de 1945 y noviembre de 1946. En 1950, se asoció con Thomas Watters Jr. (Alan Alda en la película) para formar el bufete Watters and Donovan. Y en 1957, le cayó encima el caso de Abel, a quien otros abogados habían rechazado defender.
Puente de los espías - Dailymail.co.uk
Abel, cuyo nombre real era Vílyam Guénrijovich Fisher, había venido al mundo en la ciudad británica de Newcastle en julio de 1903, en una familia rusoalemana de bolcheviques exiliados: su padre trató a Lenin en el Instituto Tecnológico de San Petersburgo. “Willie” asistió a clases nocturnas en el Rutherford College mientras estudiaba dibujo, y en 1920 entró en la Universidad de Londres. Pero su coste les resultó prohibitivo y, un año más tarde, volvieron a su patria, que entonces era la Unión Soviética. Allí pasó de ser traductor para el Comintern a, primero, operador de radio para el OGPU, antecedente del KGB, y luego espía a partir de 1946.
Rudolf Abel nació en una familia rusoalemana de bolcheviques exiliados: su padre trató a Lenin en el Instituto Tecnológico de San Petersburgo

Se había librado por los pelos de la Gran Purga o el Gran Terror, que se desarrolló entre 1936 y 1938 para consolidar el poder de Stalin eliminando a toda la posible disidencia, pues había sido sospechoso de ser un agente británico y, para rematar, un pariente cercano lo era de ser trotskista. Se trasladó a Estados Unidos en noviembre de 1947 como Emil Robert Goldfus, encargado de reclutar y supervisar a otros espías para la recolección de datos de inteligencia, y residió en Brooklyn. Allí fingió ser fotógrafo y contaba historias de un pasado como leñador en la costa de Oregón y Washington. En junio de 1957, un asistente suyo que no le gustaba un pelo llamado Reino Häyhänen desertó, y el FBI arrestó a Abel en el hotel donde se alojaba. Así que fue entonces cuando conoció a Donovan.
Francis Gary Powers - NYTimes.com
Casi tres años después del juicio, en mayo de 1960, sobrevino el incidente del U-2: el avión de espionaje estadounidense pilotado por Powers fue derribado sobre territorio soviético, y en agosto, su tripulante fue sentenciado a tres años de cárcel y siete de trabajos forzados. Powers había nacido en agosto de 1929 en Jenkins, Kentucky, se crio en Pound, Virginia, y se alistó en la Fuerza Aérea estadounidense en 1950. Participó en la Guerra de Corea y, más tarde, fue reclutado por la CIA para el programa U-2 en enero de 1956. Y, tras los hechos en el puente berlinés de Glienicke que narra la película de Spielberg, Powers fue cuestionado en su proceder durante el vuelo y tras el mismo, interrogado y absuelto.
Donovan negoció con el régimen castrista para la liberación de 1.113 prisioneros tras la fallida Invasión de Bahía de Cochinos

Donovan ocupó altos cargos en Consejo de Educación de Nueva York entre 1961 y 1965; tras el estrepitoso fracaso de la Invasión de Bahía de Cochinos, tomó parte en las negociaciones por la liberación de los 1.113 prisioneros en manos del régimen de Fidel Castro, con quien Powers firmó un acuerdo en diciembre de 1962 para intercambiarlos por cincuenta y tres millones de dólares en comida y medicamentos; y en julio de 1963, también logró que soltaran a casi 10.000 hombres, mujeres y niños cubanos que habían sido arrestados por la policía del régimen. Su carrera política en el Partido Demócrata no llegó a ninguna parte, sin embargo. Pero publicó dos libros, uno de ellos sobre el caso Abel-Powers en 1964 con el negro Bard Lindeman; presidió el Instituto Pratt de enseñanza superior desde 1968 y falleció de un infarto en enero de 1970.
Fidel Castro y James B. Donovan - HuffingtonPost.com
Abel siguió instruyendo a espías para la KGB en Moscú y fue condecorado, y como fumador empedernido que era, un cáncer de pulmón se lo llevó en noviembre de 1971; su lápida muestra su nombre real y su alias, que había tomado de un espía difunto cuando le atraparon para que los soviéticos supiesen lo que le había ocurrido. Y en cuanto a Powers, murió en un accidente de helicóptero en los alrededores de Los Ángeles en agosto de 1977 como reportero de una cadena de televisión local.
La lápida de Abel muestra su verdadero nombre y su alias, que tomó de otro espía soviético fallecido cuando le detuvieron

Estas tres personas, y un joven economista estadounidense llamado Frederic Pryor (Will Rogers en el filme), que estudiaba en la Universidad Libre de Berlín desde 1959 y fue detenido sin cargos en agosto de 1961, se los reunió para solucionar el incidente del U-2, como Spielberg a sus personajes cincuenta y tres años más tarde en El puente de los espías, que se emite desde el día 14 de octubre en Movistar+. Si no la habéis visto aún, no me digáis que lo que os hemos contado aquí no os espolea para hacerlo.

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