2011 no fue un buen año para la industria del disco duro, que sufrió el impacto de las terribles inundaciones que asolaron Tailandia en octubre. La interrupción del suministro y el temor por la especulación hicieron que los precios escalasen en apenas un par de meses, hasta duplicar las cifras habituales a las que se había llegado gracias a tecnologías novedosas y costes de producción reducidos, pasando de pagar una media de 60 Euros por unidades de 1 Terabyte antes de la tragedia, a más de 120 Euros a comienzos...