Los atascos forman parte de nuestro día a día, en las noticias y a primera hora ya copan parte de la actualidad informativa. Los atascos predecibles concretamente son los que siempre aparecen porque las carreteras de las ciudades no pueden soportar el movimiento de miles de personas en sus vehículos privados de camino de su domicilio al trabajo.
Además de los atascos predecibles, existen los atascos espontáneos, esas pequeñas retenciones (que pueden llegar a ser de varios kilómetros) y no tienen una causa conocida más allá de que un vehículo reduzca su velocidad sin motivo. Seguro que en más de una ocasión has estado detenido en un atasco y de repente la circulación volvía a la normalidad, sin un accidente u obra que lo justificara, sin un coche en el arcén... Evitar que se produzcan es un trabajo de todos los conductores, pero también de los fabricantes de automóviles y las autoridades. Para entender mejor el fenómeno, mira este experimento:
Mantén siempre la distancia de seguridad y una velocidad constante
Los atascos espontáneos se producen porque un vehículo o varios, reducen su velocidad sin motivo aparente o se cambian de carril de una forma no segura provocando que otro conductor tenga que reducir su velocidad, afectando a todos los que van detrás. Es importante mantener la distancia de seguridad, además de por tu propia seguridad al volante, porque en caso de que un conductor reduzca la velocidad de su vehículo y luego vuelva a acelerar, es posible que no tengas que modificar la tuya y por tanto el vehículo que circula por detrás no lo tendrá que hacer.
La velocidad constante es fundamental para mitigar este tipo de atascos además de tener la ventaja de un consumo de combustible más reducido y, al evitar frenadas innecesarias, desgastar menos los discos de freno.
Existen tecnologías como el control de crucero adaptativo de Ford que te permite mantener una velocidad constante y, además, una distancia de seguridad. En caso de que no se mantuviera esa distancia, el sistema reducirá lentamente la velocidad de nuestro vehículo, y cuando la carretera vuelva a estar despejada, el sistema retomará la velocidad elegida.
Evita cambiar de carril, solo hazlo para tomar un desvío
Una de las causas más importantes que producen los atascos espontáneos son los cambios de carril de forma constante o los que se producen por despistes. Si tienes que cambiar de carril es solo porque debes tomar el desvío y no deberías hacerlo para adelantar de forma imprudente.
En muchas ocasiones el despiste es el causante de estos cambios de carril. No te das cuenta, te despistas, y en un abrir y cerrar de ojos te has colocado muy pegado o incluso atravesando el carril continuo, lo que provoca que el coche que esté en ese carril tenga que cambiarse o frenar. Nuevamente la tecnología puede ayudar en este caso.
Con el sistema de alerta de cambio involuntario de carril de Ford, recibirás una vibración en el volante y verás una señal luminosa en el cuadro de instrumentos, y si no haces caso, el coche podrá modificar su dirección para mantenerte en el carril. La tecnología está diseñada para carreteras con varios carriles (como autopistas), de modo que se desactiva automáticamente a velocidades inferiores a 65 km/h o manualmente.
¿Y en el futuro?
Tecnología Ford para agilizar el tráfico evitando semáforos en rojo.
Encadenar semáforos en rojo de camino al trabajo puede convertirse en cosa del pasado
En un futuro la tecnología podría eliminar los atascos antes de la llegada del coche autónomo. Ford ya está trabajando en un sistema denominado Green Light Optimal Speed Advisory que te avisará de la velocidad que debes mantener para aumentar al máximo la probabilidad de encontrarte con semáforos en verde, una medida que mejorará de forma directa la fluidez del tráfico reduciendo significativamente los atascos y las emisiones de dióxido de carbono. Las tecnologías que se pondrán a prueba el próximo año también avisarán a los conductores cuando otro vehículo está bloqueando un cruce cercano o si se acerca una ambulancia, un coche de policía o un camión de bomberos y prioriza la llegada de los vehículos a cruces sin señales de tráfico o luces.
Tanto el sistema de alerta de cambio involuntario de carril como el control de crucero adaptativo, son tecnologías que pueden ayudar a evitar que se produzcan tantos atascos espontáneos, pero la solución definitiva a este problema la tiene otra tecnología: la conducción autónoma, de la que Ford es uno de los más destacados actores siendo la primera marca en probar la ciudad MCity, pensada para coches autónomos, y comunicar su intención de tener un coche totalmente autónomo para su uso compartido para 2021.
