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La tercera temporada de esta serie británica de Netflix llegó a la plataforma con su fórmula divertida y conmovedora. Esta es nuestra reseña sin spoilers.
Desde que Netflix estrenó en su catálogo 'Lovesick' en su plataforma ya comentábamos lo fresca y divertida que es esta serie británica. Luego con el estreno de su segunda temporada reiteramos que esta serie creada por Tom Edge es encantadora y entrañable.
Recordemos que esta historia va principalmente de Dylan (interpretado por el músico y actor Johnny Flynn), un chico que es diagnosticado con clamidia y por tal motivo debe informar a sus parejas sexuales de su padecimiento para que tomen las medidas preventivas necesarias (un análisis y un tratamiento en caso de dar positivo). Esta premisa da pie a conocer el proceso de Dylan en su vida sexual y amorosa.





El resultado es una serie de historias que transparentan los sentimientos de Dylan, sus defectos pero también su gran corazón. Junto a él conoceremos a sus inseparables amigos: Luke (Daniel Ings) y Evie (Antonia Thomas). Ambos con personalidades muy simpáticas y con sus propios problemas. Las cosas se complican aún más cuando Evie y Dylan comienzan a tener sentimientos más allá de la amistad.
Además de sus entrañables historias y personajes 'Lovesick' está contada de forma amena y divertida. Todo el tiempo estamos saltando al pasado al presente y aquello es un rompecabezas genial que nos mantiene entre la risa, el llanto, la reflexión y la melancolía.

El acierto de 'Lovesick'
En cada temporada el show se ha hecho más conciso y ha alcanzado su propio sello. Bien se le podría reprochar que sus temporadas son cortitas (6 capítulos cada una), las cuales se acaban en pequeño maratón. Es una de esas series que podemos disfrutar luego de un largo día de trabajo y que nos dejará una sonrisa o bien, muchos sentimientos encontrados. La amistad de estos amigos y los vericuetos con los que se enfrentan en la búsqueda del amor, en su vida social y sexual son abordados de forma fresca y conmovedora.
Su corte indie, sus bonitas secuencias y su gran banda sonora son gratas sorpresas cada capítulo. En verdad no puedes perderte la música que acompaña el show.





Tercera temporada, más de lo mismo

Que una serie mantenga su tono y continúe enganchándonos cada temporada no es tarea sencilla. Si bien las primeras entregas de 'Lovesick' nos sorprenden más que esta tercera, la serie no decae, al contrario, se arriesga a evolucionar a sus personajes y el resultado es todo un acierto. También evita caer en lo que algunos shows hacen: abusar de nuestra hospitalidad. Así, no alarga de más el embrollo principal de la historia: el tema de la complicada relación entre Dylan y Evie.
Eso sí, la tercera temporada se apoya más en otros personajes para revitalizarse. Por tal motivo vemos mucho más de Angus (Joshua McGuire) y Jonesy (Yasmine Akram), los cuales agregan más diversión, reflexiones sobre la vida adulta y el amor. Sobre todo de esto último que es, sin duda, el eje de toda la serie: la búsqueda del amor con todo lo que esto significa para cada persona.
Así que, en este caso, "más de lo mismo" en la tercera temporada de 'Lovesick' significa: más diversión, más rupturas pero también más comienzos, caminos y porvenires; claro, más amor y mucha, mucha amistad en un paquete bonito y muy disfrutable.

¿Cuarta temporada?
Aunque esta tercera temporada se ha estrenado recientemente los fans de la serie nos preguntamos si tendremos una cuarta entrega. La buena noticia es que lo más probable es que así sea. Al menos así lo ha dicho Daniel Ings, quien interpreta al alocado Luke. Así que, enamorarte de esta serie parece una buena (y prometedora) apuesta.
Las tres temporadas de 'Lovesick' están disponibles para todos los suscriptores de Netflix.

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